Té con leche: ¿Cómo prepararlo?

image

Además de deliciosa y disfrutable, esta bebida puede ser una alternativa suave para los amantes del té.

Existen numerosas formas de preparar Té: endulzado o sin endulzar, con un agregado de miel, limón, frío o caliente, con agua e incluso con leche. En este caso, nos enfocaremos en esta última y clásica preparación.

En general, la finalidad principal del té con leche es, en cierto modo, suavizar el sabor del té y hacerlo más amigable al paladar agregando más o menos leche.                          

Para elaborarlo, puede utilizarse leche de origen animal o también de origen vegetal (leche de coco, arroz, avellanas, almendras, avenas, soja, etc).

Como punto de partida, se debe elegir el té para la ocasión. Para la elección debe considerarse si se tratará de un té para tomar en un momento de relax, compartir con amigos, de camino a otro lugar, etc. La variedad seleccionada debe estar alineada a dicha ocasión de consumo. Lo mismo debe hacerse con el tipo de leche, seleccionando la variedad y cantidad que se empleará en cada preparación. 

Una vez seleccionados ambos ingredientes, es momento de calentar el agua. Lo ideal es usarla a una temperatura de entre 75º y 90º C para evitar quemar las hebras del té y causar un sabor amargo.

Para servirlo, colocar dentro de la taza el saquito de té seleccionado (o la cantidad de hebras deseadas en un infusor), agregar el agua caliente deseada, habitualmente hasta la mitad de la taza, dejar reposar por 3 minutos y luego retirar el saquito o infusor. Por último, añadir la cantidad de leche deseada (a temperatura ambiente o caliente, de acuerdo al gusto del consumidor) y revolver suavemente con la cuchara. 

La medida exacta de leche a agregar depende de las preferencias personales, pero es importante evitar los excesos. Lo que busca esta bebida es aportar cremosidad al té pero sin invadirlo demasiado y transformar completamente su sabor.



Productos Relacionados